Esto es todo lo que te puedes hacer solo en el rostro con el ácido hialurónico de última generación.
Un sinfín de tratamientos. Nos lo cuenta la doctora Victoria Páez, directora de la Clínica que lleva su nombre en Fuengirola.
Desde armonizar un mentón a eliminar el surco nasogeniano, proyectar los pómulos o perfilar los labios. Las posibilidades son infinitas. Para contarlo, hemos hablado con la médico estético Victoria Páez, en activo desde hace 25 años y que cuenta en su haber con más de 10.000 pacientes (un 85% de mujeres y un 15% de hombres, y estos últimos, en aumento). “Hoy por hoy, el ácido hialurónico (AH) es el producto y procedimiento más utilizo en medicina después del rey toxina botulínica” anuncia la doctora.
Y las preferencias en la demanda va por franjas de edad.
- “El aumento de labios, por ejemplo, lo piden más los millennials e incluso la generación posterior, la que tiene entre 20 y 30 años; todo ello teniendo en cuenta que el perfil del paciente de nuestra Clínica es de 45 a 70 años”. Las veteranas también se tocan los labios, pero se decantan más por el perfilado y recuperación de su textura para rejuvenecerlos. “Por eso, disponer de un AH que se integre perfectamente en la mucosa labial y que a la vez tenga capacidad de proyección es muy importante. El resultado natural muchas veces depende no solo de la técnica utilizada, sino mucho, en este caso, del tipo de AH a utilizar”, advierte la experta.
- En su Clínica de medicina estética, ahora existe igualmente mucha demanda detratamiento del perfil mandibular y el mentón. “Para ello se necesita un AH que tenga una capacidad de proyección importante, pero que a la vez sea moldeable y flexible para que nos de un resultado natural”, cuenta Páez.
Con el uso de la mascarilla, nos fijamos más en los ojos y en las ojeras, así que nos lo demandan jóvenes y no tan jóvenes.
- Los pómulos también se retocan con mucha frecuencia, como parte tratamiento del tercio medio del rostro. “De hecho, es el tratamiento por el que se suelen comenzar a tratar a muchas personas. En este caso, es vital que el producto se integre correctamente en el tejido, por eso hay que elegir muy bien el AH para cada zona si se quiere obtener un resultado satisfactorio”, dice Victoria Páez, que no olvida el tratamiento del surco de la ojera. “Con el uso de la mascarilla, nos fijamos más en los ojos y en las ojeras, así que nos lo demandan jóvenes y no tan jóvenes. En esta zona solo utilizo un AH que este diseñado específicamente para ella, pues la ojera tiene una capacidad muy importante para captar agua, por lo que el riesgo de edema después del tratamiento es mayor. Un AH registrado y diseñado para el tratamiento de la ojera nos da a los médicos estéticos mucha tranquilidad”, remata.
- “Para los surcos nasogenianos, que preocupan mucho a los pacientes, necesitamos un AH muy elástico con capacidad de proyección. Es una zona con mucho movimiento, y yo la trato con cánula”.
- La línea de marioneta es otro de los procedimientos clave en consulta. “Este va desde la comisura de la boca hasta el mentón. O el tratamiento del surco labiomental (entre la barbilla y el borde inferior del labio). “A veces es necesario tratarlo con un AH que te ofrezca una buena capacidad de tracción, porque hay que trabajarlo desde la zona preauricular, la que está encima del masetero, para dar fuerza a ese ligamento. Con los años, esa franja pierde elasticidad y capacidad de sujeción”.
Al final, remata, la doctora, “lo que se busca es un resultado natural; mis pacientes quieren que se note una mejoría, pero no que se hayan hecho algo, eso es lo que nos piden. No queremos que una mujer de 50 parezca que tiene 20, sino que sus 50 los tenga muy bien llevados”.*